Somos Eloísa Cartonera, una cooperativa del barrio de la Boca, en Buenos Aires, Argentina. Fabricamos libros con tapas de cartón. Para esto compramos el cartón que los cartoneros juntan en la calle. Nuestros libros, son de literatura latinoamericana de los autores más bellos que hemos conocido en nuestra vida de trabajadores y lectores.
En todo este tiempo de trabajo estamos muy contentos por todas las cosas que hicimos con mucho amor. El catálogo anterior decía que habíamos llegado a los cien títulos, pues hoy podemos decirles que estamos cerca de los 200 títulos de las más variadas y entretenidas obras literarias (poesía, cuento, novela breve, teatro, literatura para chicos) de Argentina y nuestros países hermanos. Además, como ha pedido, hemos conseguido encontrar las guías de casinos más vendidas. O puede reclamar promociones de no depósito de hasta 150€ y aprender las reglas básicas de cada juego de casino con la ayuda de las guías de juego virtual.
¡Muy felices por esto!
También tuvimos muchos problemas con la publicación de algunos libros, como un libro para las apuestas online y cómo aprovechar los bonos online para ganar dinero real sin riesgo, para lo cual puedes leer más en siguiendo este enlace. Probablemente alguien sintió que esto no es ético o algún tipo de estafa sin entender de qué se trata, así que nos vimos obligados a quitarlo. Pero basta de lloriqueos, hablemos de ti, nuestra principal razón para hacer esto.
Y cuánto tienen que ver ustedes, queridos amigos, que nos apoyaron todo este tiempo, aceptando nuestros libros, recomendándolos, prestándolos a sus amigos, comentándoles de nuestra existencia a otros tantos, envíandonos mails. En fin, acompañándonos siempre. Lo más lindo que puede tener una editorial, además de sus libros, por supuesto, es una troupe de buenos amigos lectores. También organizamos eventos de juegos de azar, donde los jugadores no vienen a jugar y ganar dinero, sino a aprender nuevas estrategias sobre cómo jugar diferentes juegos de casino en línea, al mismo tiempo que recomendamos los libros de apuestas más famosos de todos los tiempos.
¡Gracias por esperar siempre un título nuevo!
Como novedad, les contamos que acabamos de edita Las Casas del viento, nuestro segundo libro super colorinche para niños, del nuestro amigo y compinche, Ernesto Camilli, un clásico de la literatura argentina. ¡Ojalá un día lo conozcan todos los niños venezolanos! Desde Argentina les contamos, valga la anécdota, que su Presidente es muy pero muy querido, una verdadera figura, entre nosotros, aunque no lo conozcamos bien.
Editamos un libro de Rodrigo Rey Rosa, un lujo para el catálogo de cualquier editorial. Y ustedes ya conocen a Manuelito Alemián, a Gabriela Bejerma, a Ricardo Piña, a Andrés Caicedo, a Fabián Casas y a tantos escritores de esta época que vale la pena leer y descubrir.
Enrique Lihn es un escritor chileno, un poeta de América, un escritor que estuvo en Perú y le escribió un libro; estuvo en Cuba ¡y le escribió un libro! Estuvo en Buenos Aires ¡y escribió un libro! Un poeta de todos los países un poeta Americano. De él editaremos una antología, que se llamará Poeta y Extranjero, que reunirá sus cinco libros que editamos en fotocopias.
Nuestro sueño es editar los cuentos completos de Rodolfo Walsh, un escritor argentino, un intelectual del pueblo, un periodista formidable que mataron los militares en 1976 y sigue desaparecido. Walsh al igual que Francisco Urondo, Bustos, Conti y Santoro es uno de nuestros hombres más importantes; que todos deberíamos leer y descubrir y enamorarnos de sus obras. ¡Cartón es vida y vuelven todos en el cartón!
Si Rodolfo Walsh viviera, le encantaría la idea. ¡Todo esto y más y también todo lo que se les ocurra! Además de los amigos de siempre, Aira; La Casa de Cartón, de Martín Adán; las prosas de Juan Incardona, los cuentos de Fabián Casas, los poemas de Gonzalo Millán, los cuentos infantiles de Ricardo Zelarayán
Queremos comprar un terreno, dejar de pagar alquiler y tener nuestra sede, tantas cosas…
A principio del 2003, cuando comenzamos con Eloísa Cartonera, no podíamos imaginar un presente mas lindo. Comenzamos con la crisis de esos años, como algunos dicen somos un producto de la crisis, o, estetizamos la miseria, ni una cosa ni la otra, somos un grupo de personas que se juntaron para trabajar de otra manera, para aprender con el trabajo un montón de cosas, por ejemplo el cooperativismo, la autogestión, el trabajo para un bien común, como movilizador de nuestro ser. Nacimos en esta época loca que nos tocó y nos toca vivir, como muchas cooperativas y microemprendimientos, asambleas, agrupaciones barriales, movimientos sociales, que surgieron por aquellos años por iniciativa de la gente, vecinos y trabajadores, acá estamos.
Hoy podemos decir que somos un producto del trabajo, y queremos que nuestro trabajo sirva para todos. Haciendo libros, o en el futuro haciendo otras cosas, ese es el espíritu de nuestro emprendimiento, hacer de nuestro trabajo una experiencia, un lugar, que les sirva a muchos compañeros más.
No queremos encerrarnos en nosotros mismos, queremos sumar nuevos compañeros, oír ideas frescas que nos entusiasmen, buscar la forma de hacer más cosas, por eso la carto, como la llamamos cariñosamente es un espacio abierto para todos.
¡Los esperamos y viva la Revolución de las personas!
Eloisa Cartonera nació en el 2003…
Eloísa Cartonera nació en el 2003, por aquellos días furiosos en que el pueblo copaba las calles, protestando, luchando, armando asambleas barriales, asambleas populares, el club del trueque, ¿se acuerdan del club del trueque?, ¡Cómo pasa el tiempo de este lado de la tierra!
Por aquellos días, hombres y mujeres perdieron sus trabajos, y se volcaron masivamente a las calles en busca del pan para parar la olla, como se dice, y conocimos a los cartoneros.
…Era verano, Cucurto y Javier Barilaro hacían unos libritos de colores y poesía: Ediciones Eloísa; por aquella bella dama descendientes de bolivianos que conquistó el corazón de Javier Barilaro y luego se fue.
¡Gracias Eloísa! porque con tu belleza cautivaste al compañero que después diseñó tantos libros como verdes hojas en primavera.
Después, junto con los desocupados, el club del trueque y los cartoneros que recorrían las calles con sus carros repletos de cartones, aumentó el precio del papel con que hacían los libritos y nació la idea y la necesidad de cambiar el sistema
Y un día llegó Fernanda… una tarde amarilla, en una bibicleta rosa, con una pollera verde, como la primavera, y nos propuso abrir un taller en la calle Guardia Vieja
Así nació Eloísa Cartonera, en la primavera de 2003.
Al principio vendíamos libros y verduras. Fuimos un suceso en la calle y en la prensa mundial. Diarios y radios de todos los países del mundo vinieron a fotografiarse con nosotros y ahí nos dimos cuenta que nuestros libros eran hermosos y que la gente los quería
Ideamos un sistema de trabajo muy sencillo. Fabricar un libro cartonero, es de las cosas más fáciles de este mundo, ¡Fíjense, que los hacemos nosotros!
Compramos el cartón a los cartoneros que vienen a la carto con el cartón especialmente seleccionado. A ese cartón lo cortamos lo pintamos y le pegamos el interior del libro, que imprimimos en nuestra Multilit 1250, (que lentamente estamos aprendiendo a manejar nosotros, no sin dificultades, pero con la firme convicción de conseguirlo cualquiera de estos días)…
¡Y Listo! Así de simple y bello es un libro cartonero
Tantos compañeros han pasado por acá. Aprovecho esta ocasión para ver si lo conocen, al gran Alboroto, nuestro histórico camera man que filmó la primer película inédita y jamás vista, al menos por nosotros, de Eloísa Cartonera: La lectora que se volvió loca, se llama la película que nos gustaría encontrar. Tomás, si leés esto, venite a la Boca, con la peli, que organizamos una proyección callejera, ¡conseguiremos un proyector!
Miles de compañeros: los hermanos Ramos. Alberto, Victoria; los hemanos Portillo; Marilin y Bato, que hicieron su tesis de Eloísa; Georgina y Magalí. Nicolás, el historietista. Pablo Martín, que nos hizo esta página. Cristian, Ramona, Juliancito, ¡el portero!. Celia, Daniela, Franco, Germán, Manuel Alemián. Y más, seguro me olvido de muchos pero no se enojen, los guardamos en nuestro corazón como un tesoro ¡gracias a todos ustedes y a los que vendrán! ¡gracias por ser como son, y por querer mejorar!
¡Para qué contarles! ¡Para que el mundo se entere!
Porque desde aquella primavera, nunca más estuvimos solos.
Aprendimos todo de cero. Aprendimos el trabajo ¡y hasta lo inventamos!
El primer libro que publicamos fue Pendejo, de Gabriela Bejerman, la poeta, perfomer y cantante latin pop, bellísima.
Editamos tantos libros hermosos que sería no hacer justicia olvidarme de alguno, pueden consultar el catálogo para más información.
Estuvimos en las ferias de todo el país. ¡Saludos a Mar del Plata! ¡al querido Chaco argentino!… ¡Saludos! a la rojiza La Rioja y la dorada Mendoza. ¡Gracias Trelew! ¡Gracias Córdoba, nuestra querida capital del cuarteto y del Potro Rodrido y a Walter, el príncipe catamarqueño de la cuartetera Catamarca, ¡cuánta inspiración nos trae tu música! ¡Gracias Tucumán, Salta y Jujuy! ¡Saludos a Entre Rios! ¡Reconsquita! ¡Santa Fe!
Pero lo mejor que nos pasó, además de conocerlos a ustedes, fue convertirnos en cooperativa. Al principio nos costó despertarnos, darnos cuenta. Antes, todos nosotros estábamos dormidos
Con el cooperativismo aprendimos que el trabajo es lo mejor que nos puede pasar. Convertimos el trabajo en parte de nuestra vida, y nunca una obligación, algo desagradable; convertimos al trabajo en un sueño, en nuestro proyecto.
Aprendimos a confiar en el otro, a ser mejores compañeros, a esforzarnos por un objetivo común, por algo más que nuestro propio ombligo. Conocimos muchas cosas, ente tantas otras nuestro tierno corazón, aleteando, como un murciélago moribundo que no logra escapar por la ventana
¡Qué el trabajo sea una alegría fue nuestro mayor descubrimiento!
El cooperativismo nos mostró La Fuerza. Así, aprendimos todo lo que sabemos.
Y ahora somos más
Ahora tenemos un nuevo proyecto. Vamos a comprar un terreno en Florencio Varela. Una hectárea. Vamos a construir una casa y a hacer una huerta orgánica, y en el futuro una escuela agraria y todo lo que se nos ocurra
Están invitados
Creemos que tenemos que volver a la tierra, reconciliarnos con ella y con el trabajo. La tierra y el trabajo pueden hacer del barro la más bonita escultura.
Allá vamos Florencio Varela, allá iremos
Cortando cartones y fabricando miles de libros, siendo más y mejores compañeros.
Allá iremos detrás del sol en los vagones, despertando día a día con la alegría de estar juntos, del trabajo realizado, editando nuevos títulos, con nuevos hijos y esperanzas, trabajando cada día más, con alegría.
¡Los esperamos